“Kafka enamorado”. Teatro Galileo. Hasta
el 7 de septiembre.
“Kafka enamorado” presenta una historia real y compleja que terminó de
forma dramática ante la imposibilidad de realización del amor que sentían Franz
Kafka y Felice Bauer. Felice, una mujer muy moderna en su época, directiva de
una firma comercial de Berlín, en continuo viaje de negocios, económicamente
independiente, conoció a Franz en casa de Max Brod, amigo común que daría a
conocer a Kafka al mundo. Franz, bajo la influencia traumática de la autoridad
paterna e incapaz de liberarse del influjo familiar y de su trabajo de
funcionario, buscaba desentrañar los enigmas de la existencia humana a través
de la escritura literaria. Y a pesar de que ambos estaban de verdad enamorados,
su relación se convirtió en un constante malentendido en el que, insatisfechos
ambos, se hicieron sufrir hasta abandonar sus planes de matrimonio, tras tres
sucesivos compromisos y rupturas. Kafka llegó a la conclusión de que una vida
matrimonial, burguesa, familiar y ordenada era incompatible con su anhelo
artístico, y acabó sacrificándola –sacrificándose él mismo– para legarnos su
obra, ese monumento literario que inaugura la modernidad y define de modo
exhaustivo la sensibilidad existencial del hombre contemporáneo.
Hoy, cuando todo producto artístico es un bien de consumo, una mercancía de
compraventa, el trabajo de este autor es un aldabonazo que, tal como él
pretendía, «abre extensas heridas en nuestra conciencia». Kafka enamorado
intenta traer a escena la imbricación de su experiencia personal y su obra, el
correlato constante de una en otra, ese espacio intermedio entre realidad y
ficción, absurdo y lógica, que es la verdad del mundo percibida y expresada por
Franz Kafka.