sábado, 12 de enero de 2013

Teatro



“El crítico”. Teatro Marquina. Hasta el 3 de marzo.

Un crítico teatral recibe la inesperada visita del autor de la obra de la que está a punto de escribir. Juan Mayorga expone mediante este encuentro dos maneras diferentes de ver y concebir el arte del teatro.
Los dos personajes principales de esta obra, interpretados por los estupendos Juanjo Puigcorbé y Pere Ponce, no sólo tienen una forma distinta de entender el teatro sino también de entender la vida ya que para ambos la frontera que separa el escenario de la realidad está bastante difusa. Estas diferencias les sirven para enfrentarse entre ellos y a la vez contra sí mismos.
El autor, Juan Mayorga, describe su obra de la siguiente manera: “Yo nunca empezaré diciendo que es una obra sobre el teatro. Antes diré que es una obra sobre dos seres necesitados de amor y de amistad.”.
Una obra sobre la necesidad -casi nunca confesada- que todos tenemos de un maestro -un maestro es lo que debería ser un crítico- o de un heredero -porque una crítica es una herencia-. Una obra sobre nuestra necesidad de ser respetados por aquellos a quienes respetamos. Una obra, también, sobre nuestra necesidad de imaginar otras vidas porque ésta nunca es suficiente.´

Teatro


“Hermanas”. Teatro Maravillas. Desde el 17 de enero, al 3 de febrero.
 
Llega a la capital una de las comedias que más éxito ha cosechado tras su estreno en Cataluña, “Tres hermanas”, con su respectiva madre, el novio de una y el hijo de otra. Con estos 6 personajes se da vida a un guión dirigido por Carol López.
El elenco destaca por sus tres protagonistas. Amparo Larrañaga, María Pujalte y Marina San José son las elegidas para dar vida a las historias de estas tres hermanas. 
Una obra teatral dividida en dos actos con un epílogo. El guión gira en torno al tema de la vida y la muerte. Es el padre, el que se ha ido, el que reúne a esta familia y saca a relucir sus sentimientos de cara al público.

martes, 1 de enero de 2013

Crítica de Teatro



“La anarquista”. Teatro Español. Hasta el 27 de enero.

¿Qué podemos decir del dramaturgo y guionista Premio Pulitzer David Mamet que no se haya ya dicho? Pocas cosas, por no decir nada. Simplemente, recordar que es el responsable de guiones de películas tan importantes como “Los intocables de Eliot Ness”, “Hannibal” o “El cartero siempre llama dos veces”. En teatro, ha escrito “Glengarry Glenn Ross” (obra que, posteriormente, fue llevada al cine) o “American Buffalo”.
En este caso, nos encontramos ante su última obra teatral, una pieza que no deja títere con cabeza, que habla de una época política represiva, de la política carcelaria de los gobiernos contra la delincuencia o lo que ellos consideran delincuencia, de la corrupción, del vacío existencial, de las relaciones sexuales no convencionales. En definitiva, la obra trata de la lucha por la supervivencia humana.
Las magistrales actrices Magüi Mira y Ana Wegener dan vida a los dos únicos personajes del guión: una convicta, la primera, que cree que está a punto de ser liberada, y la directora de su prisión, que cree cumplir la ley y, por ende, estar de parte del bien. Pero ésta es continuamente cuestionada por la primera quien, por otro lado, también se autocuestiona; aunque bien es cierto que lo hace para ser liberada porque, como su personaje bien dice, en una ocasión, “En las cárceles todo el mundo miente”. Y, aquí, la cárcel es una metáfora de la vida.
En definitiva, un texto existencial pero, en absoluto, aburrido, a la vez que con los pies en la tierra (el final es tan demoledor, como realista) y dinámico.  Una dirección de actores impecable. Una interpretación más que notable por parte de las dos actrices y una puesta en escena tan sobria como el argumento se merece.
Como conclusión, podemos ponerle a esta obra un sobresaliente como nota. porque es uno de esos montajes que se nos quedará en la retina por mucho tiempo...

Ilusionismo



“Tres Tiki Tigres”. Sala Cuarta Pared. Hasta el 27 de enero.

Una obra estructurada improvisando en torno a diferentes números clásicos del viejo teatro de variedades: ventrílocuos, magos, trapecistas, payasos, faquires. Con una salvedad: los actores de Tigre Tigre no son ventrílocuos, ni magos, ni trapecistas, ni faquires… aunque sí un poco payasos. 
No se trata de montar literalmente unas variedades sino de jugar con los lenguajes verbales y corporales inherentes a este tipo de actuaciones, asumiendo, de paso, la reivindicación de lo maravilloso y de lo extravagante que semejantes espectáculos llevaban consigo. 
Tres Tiki Tigres aspira a mantener una estructura abierta, de modo que, a medio plazo, unos números puedan ser sustituidos por otros nuevos, como sucede en las auténticas variedades.
No parece casual que este tipo de teatro viviera su momento de gloria en paralelo con el auge del naturalismo: a los atormentados, concienciados, y en última instancia deprimentes obreros, médicos, terratenientes y artistas bohemios que protagonizaban las obras naturalistas, los teatros de variedades opusieron magos, volatineros, transformistas y monstruos de feria, mucho más simpáticos y bastante más felices incluso en sus desgracias. 
El humor y el sentido de la maravilla aparecen en las variedades, con todo su valor terapéutico. Ambas cosas nos son hoy tan necesarias como entonces, razón más que suficiente para apostar por un formato tan libre y entretenido, como éste. En Tres Tiki Tigres el espectador encontrará música en directo, canciones, bailes, versiones extremadamente peculiares de los tradicionales números del music hall, y, sobre todo, mucho, mucho humor.
Tigre Tigre Teatro inició su andadura en 2008 con una obra de aventuras, “El hombre que quiso ser rey”, estrenada con gran éxito en la sala de la Princesa del teatro María Guerrero. A continuación, el equipo entero participó en “Drácula”, que, pese a ser stricto sensu una producción del CDN, representaba los presupuestos ideológicos y artísticos de la compañía. 
Su espectáculo posterior, “Ibsen tras el cristal”, era una insólita propuesta de teatro documental diseñada para espacios pequeños y no específicamente teatrales. Tres Tiki Tigres explora otro tipo de referente: el espectáculo de variedades

Danza



“Mozart Dances”. Teatro Real. Hasta el 5 de enero.

El coreógrafo Mark Morris regresa a Madrid con la pieza 'Mozart dances', un espectáculo en el que recrea la vitalidad y el humor, así como la melancolía, la ternura y el misterio del compositor, en armonía con la música y la danza.
Morris estará en el Teatro Real de la capital los días 30 y 31 de diciembre y 2, 3, 4 y 5 de enero, acompañado por los pianistas Emanuel Ax y Yoko Nokazi, y a la Orquesta Titular del Teatro Real, dirigidos por Jane Glover.

Ellos interpretan 'Concierto para piano y orquesta nº 11 en Fa mayor", la 'Sonata para dos pianos en Re mayor' y el 'Concierto para piano y orquesta nº 27 en Si bemol mayor'. Según ha destacado el coreógrafo, la música de Mozart es "siempre sorprendente, humana, imprevisible y triste". A su juicio, es "necesario" que haya "un punto de tristeza" para poder expresar todo lo que nace de esta pieza.

Las tres obras pueden interpretarse por separado pero, en esta ocasión, no funcionan de forma independiente porque se comunican mucho y esa continuidad es muy importante para el conjunto, según ha explicado.

'Mozart dances' fue encargada para celebrar el Año Mozart. En ella, Morris establece una relación directa entre lo que expresan los bailarines y los músicos, en armonía y unión, sin necesidad de dotar a la obra de un argumento concreto que sustente la coreografía.

Durante esta visita, la compañía dedicará parte de su tiempo a impartir clases de danza gratuita para enfermos de Parkinson, a la que podrán asistir amigos, familias y cuidadores, con el fin de ayudarles a explorar el movimiento y la música en formas que sean estimulantes y creativas.

Esta actividad tendrá lugar el próximo 3 de enero en los Teatros del Canal. "No es terapia, solo comparten música. De esa forma consiguen la fluidez que han perdido debido a la enfermedad", explica Morris.