jueves, 23 de mayo de 2019

Teatro-Drama


“Lorca, la correspondencia personal”. Teatro Lara. Hasta el 25 de junio
Histrión Teatro produce una tragicomedia que recorre de forma poética las cartas que Federico García Lorca envió a sus seres queridos durante su vida. Una obra que funciona como un bucle de teatro dentro del teatro que el autor andaluz generó.
Dirigida por Juan Carlos Rubio, la obra está representada por los actores Gema Matarranz y Alejandro Vera, quienes desdoblan la personalidad de Lorca en un hombre y una mujer. Una dualidad de la que siempre hizo gala el granadino y que ahora explora la ternura, la amargura, la tristeza y la felicidad que trasmitió con sus misivas, así como la situación histórica que le tocó vivir.
Histrión Teatro es una agrupación nacida en 1994 que se ha convertido en una referencia artística a nivel nacional. En 2010 recibió el Premio al mejor espectáculo en gira que otorga la Feria de Huesca. Además, ha virado su concepción teatral hacia una mayor profundizad de las emociones y la vinculación con el público.

Teatro-Drama


“La ridícula idea de no volver a verte”. Teatro Fígaro-Adolfo Marsillach. Hasta el 29 de julio.
Estamos frente a un monólogo basado en la novela homónima de la conocida periodista y escritora Rosa Montero. Un drama al hilo de la trayectoria de Marie Curie que reflexiona sobre la superación del dolor y las relaciones entre hombres y mujeres.
Borruel vuelve a unir sus fuerzas con el director Eugenio Amaya, siendo este el tercer monólogo que realizan en conjunto después de los éxitos de Mujer rota de Simone de Beauvoir y Tejas verdes del escritor Fermín Cabal. Así, la obra se construye a través de una narración a medio camino entre el recuerdo personal y la memoria colectiva. Y es que analiza la historia de Curie, la época que le tocó vivir y se compara con la inmediatez actual. Todo ello conforma un examen artístico que profundiza en temáticas como el sexo, la muerte, la ciencia y la necesidad de disfrutar de la vida.
María Luisa Borruel, la monologuista de esta obra, es una prestigiosa intérprete candidata a los Premios Max 2015 como mejor actriz de reparto por Coriolano de Shakespeare y galardonada con el Premio a la mejor actriz en el Festival de Cine de Málaga – Zona Zine 2008 por Un novio para Yasmina de Irene Cardona. Mientras, Eugenio Amaya ha sido candidato a los Premios Max por la mejor autoría teatral en 2014 por Anomia.

Teatro-Drama


El desguace de las musas”. Teatro Español. Hasta el 9 de junio.
Paco, de la conocida compañía teatral La Zaranda, dirige una tragedia protagonizada por Gabino Diego, que reflexiona sobre el ocaso de la fama. Una obra que convierte el cabaret y el género de las variedades en un drama.
Se trata de una metáfora sobre la realidad de un espectáculo venido a menos, donde sus protagonistas viven en una oscuridad artística de la que luchan para tratar de regresar a la luz perdida.
Por otro lado, este montaje busca rescatar un mundo que fue un referente de la cultura teatral y, por lo tanto, de la historia que conformó toda una sociedad. Estableciendo, desde sus falsos esplendores de tela lamé y lentejuelas, una alegoría sobre la realidad y la actualidad.
Toda una obra poética como solo La Zaranda sabe crear en nuestros escenarios, muchas veces, tan pobres de imaginación.

Teatro-Drama


“La vuelta de Nora”. Teatro Bellas Artes. Hasta el 23 de junio.
El co-fundador del mítico grupo Animalario, Andrés Lima, dirige la adaptación española de la secuela libre escrita por el dramaturgo Lucas Hnath sobre la famosa obra de Henrik Ibsen “Casa de muñecas”. Esta es una tragedia que fue toda una sensación en Estados Unidos y que, ahora, viene protagonizada por Aitana Sánchez-Gijón.
Argumento: Años después de haber abandonado su casa y su familia, Nora regresa al hogar para pedir el divorcio a su ex marido Torvald. Es una espina que aún tiene clavada y quiere finalizar con esa parte de su vida de una vez y para siempre. Actualmente es una escritora feminista de gran prestigio y no quiere ni recordar lo que sufrió en el pasado.
Sin embargo, las decisiones que Nora tomó, en su momento, son cuestionadas por el resto de personajes que formaban parte de aquel núcleo familiar: su hija Emmy, su niñera Anne Marie y su propio esposo, Tovald. Además, también le muestran las consecuencias que cayeron sobre ellos tras su huida.
En la producción española que hemos tenido ocasión de ver en el Teatro Bellas Artes, Aitana Sánchez Gijón y Roberto Enríquez realizan un tour de forcé con un resultado notable, mejor por parte de él, que de ella. La Sánchez Gijón se esfuerza  en dar lo mejor de sí, pero –como siempre- su suave voz no llega a la altura de sus personajes y menos de éste, que requiere fuerza y determinación. De todos modos, el resultado es positivo porque el texto es bueno y la dirección, muy acertada, así como la sobria escenografía, que no quiere quitar protagonismo a los personajes.
Con todo, “La vuelta de Nora” empezó por aburrirnos un poco y acabo sorprendiéndonos gratamente.

Teatro-Drama


“Dignidad”. Teatro Marquina. Hasta el 30 de junio.
Un viaje a las entrañas de la política, que traslada a los espectadores a un despacho de cualquier partido político. En él, dos hombres, cerca de alcanzar el poder, tras años de dedicación a la política, ponen al descubierto sus deseos, ambiciones, ilusiones y miedos. Lo que en un primer momento es una distendida reunión improvisada, acaba convirtiéndose en un tenso intercambio de reproches.
¿A quién traicionar, al amigo que siempre te acompañó o a tus creencias más profundas..?
“Dignidad”, del eficiente dramaturgo y guionista de TV y cine Ignasi Vidal, es una obra que nos recuerda mucho a la película “El precio”, ganadora de tantos premios Goya, en su última edición. Su trama: la corrupción política actual. En este caso, dos amigos en la cúpula del poder de un partido estatal, discuten sobre si es o no moral “desviar” fondos del partido para fines personales, teniendo en cuenta todo lo que están dando de su vida en él.
La diatriba moral de si el personaje del bueno es muy bueno y si el malo es muy malo aparece claramente en la superficie del texto. Pero un pequeño subtexto subyace, sobre todo, de cara al final, para transmitirnos el eterno y verdadero mensaje de que no todo es blanco y negro en la vida porque los matices son los que conforman al ser humano.
Un viaje a las entrañas de la política, que traslada a los espectadores a un despacho de cualquier partido político. En él, dos hombres, cerca de alcanzar el poder, tras años de dedicación a la política, ponen al descubierto sus deseos, ambiciones, ilusiones y miedos. Lo que en un primer momento es una distendida reunión improvisada, acaba convirtiéndose en un tenso intercambio de reproches.
¿A quién traicionar, al amigo que siempre te acompañó o a tus creencias más profundas?
Una texto de plena actualidad, una dirección eficiente y una interpretación con mucha fuerza e impecable ( el notable Fernando Gil y el estupendo Jorge Kent) hacen de esta obra un montaje interesante para ver y, a posteriori, reflexionar.